Revisando la evidencia científica
Muchos científicos e investigadores han publicado miles de estudios que continuan comprobando que la nutrición en base a plantas, baja en grasas y sin proteína animal ayuda a disminuir los riesgos de inicio y recurrencia de enfermades crónicas (diabetes, obesidad, hipertensión, cardiovasculares, cáncer, etc.), incrementa la probabilidad de vivir más años con una mejor calidad de vida.
Proteína Animal: Un alimento con sabor a riesgo
El consumo de proteínas animales está asociado con un aumento de de los riesgos de inflamación crónica, resistencia a la insulina, crecimiento descontrolado de células, acidificación del cuerpo y consumo de hormonas y otras sustancias animales para los que el cuerpo humano no fue diseñado.
En el 2015, la Organizacion Mundial de la Salud (OMS) clasificó a las carnes procesadas, curadas, y embutidos como cancerígenos del grupo 1. Esta clasificación es la más alta por su comprobada acción para generar cáncer de colon y recto y está en el mismo grupo que otras sustancias cancerígenas como el tabaco, los abestos y el plutonio. Lea información de la OMS sobre la carcinogenicidad del consumo de carne roja y de la carne procesada presionando aquí.
Las carnes procesadas incluyen carnes transformadas por sales, fermentación, ahumado, u otros procesos para incrementar su sabor y conservación. Ejemplos: tocino, embutidos, cortes fríos de carne, salchichas, hot dogs (perros calientes), jamón, carne seca, carne en lata,o carnes provenientes del cerdo, res, aves, menudencias y sangre.
Plantas y alimentos en base a plantas:
Disminuyen sus riesgos de enfermedades y mejoran su salud y calidad de vida
Múltiples asociaciones médicas y científicas tales como la Sociedad Americana de Cáncer (ACS), la Academia de Nutrticion y Dietética (AND), y más recientemente la Asociacion Médica Americana (AMA) envió una carta al Comité Asesor de Diectivas de Nutrición indicando que una dieta saludable incluye el coonsumo de vegetales, granos enteros, frutas, legumbres, y alimentos bajos en grasas.

Esas opiniones son el eco de una extensa lista de publicaciones científicas que muestran una clara e indudable evidencia que indica que los vegetales, granos enteros, frutas, legumbres y alimentos mínimamente procesados provenientes de éstos representan la mejor forma de llevar una vida saludable, disminuyendo los riesgos de desarrollar enfermedades crónicas, y más bien aumentando las acciones antioxidantes, reforzando el sistema inmunológico, favoreciendo los procesos de corrección celular, y pretegiéndonos de manera general, y en muchos casos específicas contra agentes causantes de enfermedades.